Conviven entre sí, todo el tiempo, juntos, pero separados... ¿Y porqué separados? Porque cada uno tiene sus reglas y estructuras, cosas que no pueden romperse, o de lo contrario esos mundos dejarían de ser lo que eran para ser otra cosa, otro mundo nuevo que surgió del anterior.
Deliro porque es gratis, porque alimenta mi ilusión y porque es parte de mi y de mi mundo.
Pero como me gustaría tenerte en mi mundo, y yo estar en el tuyo, y que rompamos todas las reglas y creemos un mundo nuevo, nuestro y feliz, como me gustaria...
Todos los días veo ésto: dos mundos separados por un alambrado. Los caballos, hermosos, vivos, entrenando y calentando, haga frío, sol, viento o lluvia. Pareciera que hacen un show para nadie que los mira. Porque ya nadie tiene tiempo de observar. Del otro lado del alambrado, autos apurados por no llegar tarde, motos que esquivan, algún valiente haciendo ejercicio y yo, montado en mi corcel de hierro y caucho camino al trabajo, aca detenido, contemplando la belleza de los corceles de carne y hueso.
Dos mundos separados por un alambrado. ¿Y si eso un día se rompiera?
Tendríamos caballos y saldríamos juntos a pasear por ahí.
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